El cerebro y la memoria

El cerebro

El cerebro es una de las partes más importantes del cuerpo humano. Gracias al cerebro podemos sentir y procesar toda la información que llega a nuestro cuerpo a través de los sentidos, además, no debemos olvidar que nuestro pensamiento e ideas nacen en el cerebro. El cerebro está integrado en el Sistema Nervioso Central (SNC) y está compuesto por miles de neuronas que propician la constante relación mente y cuerpo. Podemos dividir el cerebro según sus cuatro lóbulos principales y según sus funciones. 

La corteza cerebral engloba dos hemisferios y cuatro lóbulos. 

Hemisferio derecho.

Hemisferio izquierdo.

Lóbulo parietal

Lóbulo frontal

Lóbulo occipital

Lóbulo temporal

Hemisferios cerebrales

Llamamos hemisferios cerebrales al conjunto de las dos estructuras, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, cuyo conjunto completo forman el cerebro, para que exista una conexión continua entre ambos hemisferios existe la estructura llamada Cuerpo Calloso, constituida por millones de fibras nerviosas que transitan por todo el cerebro.

Hemisferio Derecho

Su función es regular las funciones motrices y motoras del lado izquierdo del organismo. 

Hemisferio Izquierdo

Regula del mismo modo el lado derecho. 

Lóbulos del cerebro

El cerebro se puede dividir en cuatro lóbulos: 

Lóbulo parietal, es la parte del cerebro que regula los datos recibidos a partir de estímulos del sentido del tacto, por ejemplo, la percepción del dolor, una caricia agradable o la sensación de frío. 

Lóbulo frontal, es la parte del cerebro que más diferencia al ser humano como ser racional del resto de seres. El lóbulo frontal regular la memoria funcional y el lenguaje. Es la parte del cerebro que trabaja a partir del pensamiento consciente. 

Lóbulo occipital, es la parte del cerebro que procesa los datos visuales puesto que allí se localiza la corteza visual. Por esta razón, gracias a esta información podemos comprender el medio que nos rodea. 

Lóbulo temporal, es la parte encargada de percibir y reconocer los estímulos auditivos y los vinculados a la memoria. Este lóbulo está distribuido en los laterales de nuestra cabeza (a la altura de las orejas aproximadamente).

El cerebro y sus partes

I) Corteza Cerebral, cubre la superficie cerebral, rige las funciones superiores de las que somos conscientes, se encarga de la percepción sensorial, de los cinco sentidos, de los movimientos voluntarios, del lenguaje, de las emociones y de los pensamientos.

II) Cerebelo, es el centro de la coordinación, integra la información que recibe de los cinco sentidos y la cerebral, hace que el movimiento sea fluido y coordinado.

III) Tronco encefálico, controla las funciones vitales como el latido cardiaco y la respiración, el ritmo del sueño, la vigilia, los núcleos nerviosos de los sentidos, los movimientos de la cabeza y del cuello.

IV) Médula espinal, comunica el cerebro y los nervios periféricos, conduce las sensaciones al cerebro, lleva los impulsos del movimiento voluntario e involuntario.

V) Hipocampo y sistema límbico, sede principal de la memoria y el aprendizaje, forma parte del sistema límbico el principal rector de las emociones.

VI) Tálamo y núcleos grises, estación intermedia entre corteza y tronco cerebral, controla el movimiento.

VII) Hipotálamo, controla la supervivencia, ingesta, temperatura, etcétera. 

Hipocampo y sistema límbico

La formación hipocampal es una lámina de corteza curva y recurvo, ubicada en la superficie medial del lóbulo temporal. Los cortes transversales muestran que la formación hipocampal está formada por tres zonas distintas: la circunvolución dentada, el hipocampo, y el subículo. En estos tipos de secciones, la circunvolución dentada y el hipocampo tienen forma de C entrelazadas, el subículo es una zona de transición que continúa con el hipocampo en extremo y con la corteza parahipocampal en el otro. Los tres componentes están organizados como bandas que van desde la parte anterior hasta la parte posterior dentro del lóbulo temporal y que, en conjunto, forman un cilindro. Tanto el hipocampo como la circunvolución dentada tienen tres capas de células, que son: 

• Capa molecular, la más superficial. 

• Capa polimórfica, la más profunda. 

• Capa intermedia, en el hipocampo son células piramidales, mientras que en el giro dentado son células granulares.

La actividad más importante relacionada con la formación del hipocampo es el aprendizaje y la consolidación de la memoria, así mismo permite que la memoria a corto plazo se consolide y se convierta en memoria de largo plazo, si el hipocampo está dañado, una persona no puede construir nuevos recuerdos y, en cambio, vive en un mundo extraño donde todo lo que experimenta simplemente se desvanece, incluso cuando los recuerdos más antiguos del tiempo antes del daño permanecen intactos. 

Amígdala y los procesos emocionales

La amígdala es un elemento clave para nuestras experiencias emocionales, ya que de esta dependen los estímulos a los que respondemos, el modo en que se organizan las respuestas que manifestamos a estos estímulos, así como las respuestas internas de nuestros órganos. Permite que un estímulo aversivo sea interpretado como una amenaza, la estimulación eléctrica de la amígdala, según el lugar concreto donde se aplique, evoca reacciones viscerales, de defensa, de miedo, de agresividad, etcétera.

Tras las lesiones de la amígdala, se deja de producir una respuesta emocional adecuada a la experiencia sensorial presente. Por ejemplo, los objetos que eran amenazadores dejan de provocar miedo, se pierde la agresividad o no se distinguen los objetos comestibles de los no comestibles. La amígdala da significado emocional a la experiencia y hace que se produzca las siguientes acciones: 

a) La respuesta emocional subjetiva. 

b) Las respuestas endocrinas, autonómicas y conductuales adecuadas a la situación. 

En relación con la función general de la amígdala, encontramos que está relacionada más concretamente con los siguientes hechos:

1) Procesos de aprendizaje y memoria con componente emocional (por ejemplo, aprendizajes aversivos)

2) Control de conductas motivadas (hambre, sed, conducta sexual) y control de las respuestas viscerales a través de su influencia sobre el hipotálamo.

3) Respuesta del organismo al estrés.

4) Comportamiento social y afectivo (junto con otras estructuras como los lóbulos frontales de la corteza y la corteza de asociación límbica). 

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